Joanjo fue el culpable de que llegara a Vinizius hace 4
años. Con menos arrugas, mucha ilusión, aires madrileños, anhelos neoyorquinos,
un poco de miedo y muchas ganas.
Fue
cuando conocí a Alba y Adri, por aquel entonces dos planners tan
jovencillas como yo, intentando
llevar a Griego a un territorio mejor.
Llevaba poco tiempo, días, pero la gente no
paraba de sorprenderme, y es que la calidad humana que pasea por esta moqueta
no conoce de límites.
Aprendí rápido a copiar las contraseñas de Cris, a tomar
cafés al sol con los planners al salir de inglés, a pensar que Adrià y Marçal
han nacido para ser estrellas del rock, a comparar la publicidad con un partido
de futbol (Joanjo…) y a pararme a cotillear en recepción.
Después
ya empecé a conocer a los equipos creativos. A inventar mil variedades de
Griegos con el equipo de Almuni, a pasar tardes de cambios con los niños de
ABC, a hablar un poco de árabe con los folletos de Ordesa (¡Rubén no me odies
por ello!) y a disfrutar con los spots del equipo de Darío (sigo pensando que de haber rodado al
tiburón comiéndose a Brad Pitt hubiéramos salvado la marca).
Entre presupuesto y presupuesto, el tiempo pasó rápido y
pronto Sandrita tuvo a Lucía. Entonces mano a mano con Piserra tuvimos que
hablar mil idiomas para que Chiquita saliera a la luz y nos pusimos las botas
de agua para llegar a la cima del Veleta.
Cervezas, la familia Poulos, noches, briefings, Valencia,
tes en la cocina, cenas con las Vichysoise, conciertos, Hugo Silva, las fiestas
de casa de Raúl, despedidas, llegadas, partidos de baloncesto, conceptos,
Noriega, Vinitus, POs… y así
pasaron 3 años.
Algunos todavía os preguntáis el porqué, pero decidí dar el cambio a digital. Entonces
llegó mucho más trabajo, pero también muchas más amistades. Con esta excusa
pude conocer a mis niñas (y niños) de Vitalinea, al maravilloso equipo de
Danet, a la gran dupla de Interporc, la paciencia de Néstor y Óscar, a Marta y a Hambrosio, a la energía
imparable de Anna Ribas y a un equipo que ha sido y será mi familia: los Pixels (sí Ignasi, te incluyo en el
paquete).
Y
llegaron las calçotadas, más cervezas (pero ahora ya sin gluten), las
salidas, los Vinitus, los conciertos, Badalona, los nachos machos, Campdevànol,
las reuniones con mensajes subliminales del señor de los anillos, las copitas
de vino, el karma, los banners, los posts, los sites, el cariño, la amistad,
alguna lagrimita, la diversión.
Y espero que no se cierre esta lista, que nos sigamos viendo
y la podamos rellenar con muchos encuentros más.
En serio, ¡muchas
gracias por todo! Habéis hecho que estos muebles fríos de oficina fueran un
pequeño hogar para mí.
Como diría David, US ESTIMO MOLT.
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