Los 30 no son más que un sello que certifica que tenemos más experiencia,
que sabemos apreciar un buen vino, una buena conversación, y dedicar
tiempo a quien nos importa de verdad.
Un sello que corrobora que empezamos a ser tiquismiquis por la
decoración, que crecen las carpetas en Pinterest con nuevos proyectos y
que no nos conformamos con el mueble básico de Ikea.
Preferimos calidad a cantidad, sabemos pronunciar Pinot Noir y no nos da
vergüenza marear la copa de vino, probarla y decirle "está perfecto" al
camarero.
Nos hacemos el corte de pelo que nos gusta y no el que llevan todas, nos
pintamos las uñas del color de temporada, queremos vestir cómodas y
apreciamos un maquillaje natural.
El trabajo nos importa, los clientes ya no nos asustan, y valoramos como
nadie el tiempo libre. Aprovechamos cada segundo y la prueba de ello es
que tenemos en la cabeza un mapa lleno de sitios por querer descubrir,
pero también lleno de sitios donde querer volver.
La familia es lo más importante y a ella se han unido un pequeño círculo de
amigos que podemos considerar familia también.
Ahora somos diurnos, el sabor de café abandera nuestras mañanas y no se
me ocurre nada mejor que acompañarlo de noticias para tener un buen
despertar. Aunque muchas de ellas nos entristecen porque no sabemos
cómo hacer que este mundo sea un poco mejor. Nos sentimos egoístas por
ser felices y prometemos no quejarnos más y apreciar lo que tenemos.
Así que luzcamos orgullosas nuestro sello porque pertenecer a este grupo
es mejor que ser del Club Bildeberg, del Megatrix, o de los que están en la
lista del Celler de Can Roca.
Marta Lo mereces los honores del número 30. Por brindar mejor que nadie,
por ser familia, por apreciar un buen tartar, por estar siempre en mi mapa.
Que sigamos sumando, tenemos espacio para muchos sellos más. En fin,
felicidades.
no pienso lo que digo
de Lara Turon
lunes, 4 de abril de 2016
miércoles, 5 de agosto de 2015
Badajoz 127
Me
gusta escribir en este blog. Lo abrí para que mi madre pudiera saber un poco de
mi en New York y ahora sigo escribiendo de vez en cuando porque tengo poca
memoria. Pero muy de vez en cuando...
Me
encantan los detalles y es una pena perder estos matices con el paso del tiempo.
Así que cuando me acuerdo de ello entro y releo todas aquellos historias que fueron lo
suficientemente importantes para que las plasmara aquí.
Una
de las últimas veces que escribí os hablaba de una despedida. Y las despedidas
no tienen sentido sin que les siga una buena bienvenida. Por eso, hoy os quiero
hablar de mi nuevo trabajo, de mis nuevas compañías, de Herraiz & Soto.
Empecé
a prepararme psicológicamente el abril de 2014, cuando Marcel·lí me invitó a
remar en ese barco. Pero hasta mayo no me senté en la silla que me habían
adjudicado, delante de la flamenca y el torero (por cierto, pasaron a mejor vida), al lado de la cabeza de ciervo,
entre la puerta y los baños, al lado de Dolors, cerquita de Laia.
El
día antes elegí minuciosamente mi ropa. Ni muy arreglada, ni demasiado
informal. Opté por unos pantalones negros, una camisa de un color pastel y unas
Vans. El detalle de las Vans me causó alguna duda pero eran necesarias para
poder llegar al trabajo en bici.
Este
punto me llevó un tiempo de reflexión. Si iba con mi BH rosa podía hacer el
ridículo si no pasaba por su diminuta puerta de entrada, si elegía la plegable
podía tener problemas logísticos para volverla a montar (es antigua), así que
la ligera fixie negra sería ideal para entrar con discreción.
Pero
la palabra no fue precisamente discreción y los mails de los Croissants de
Mantega me hicieron dar cuenta de que las dos ruedecitas doradas no habían
pasado desapercibidas.
Después de este día llegaron los vermuts, los tés en compañía,
los cafés del viernes, gente nueva, antiguos conocidos, desayunos sin gluten,
GIFs, momentos FIT, momentos no tan fit, alegrías, rincones nuevos… Y una larga lista que espero seguir contando aquí, cuando recuerde la importancia de cada detalle. Aunque solo sea para despertarle una
sonrisita a mi madre o para alimentar mi yo de mañana.
miércoles, 25 de febrero de 2015
Con un bordado rojo
Es de esas personas. De las que te acuerdas al final del día, antes de cenar. Te despiertan ternura, simpatía y hacen que el balance de tu día sea un poco más positivo.
No sé su nombre pero le gusta ir al gimnasio al mediodía, los días que hay clase de aquagym, martes y jueves. Se junta con sus amigas del barrio y lo que pasa antes de la clase es todo un ritual.
No pueden parar de hablar. Repasan a todas las vecinas, alaban a sus nietos, critican a sus maridos, se ríen de sus juanetes, de su cuerpo, de sus movimientos, de las lentejas, de la vida. Llegan más de media hora antes, pero se les hace corto y al último momento una carcajada les acompaña en su sprint final antes de ponerse en remojo.
Desfilan sus gorros de licra, bañadores antiguos, y algunas crocks. Las risas se apagan en el vestuario, pero las imagino seguir por los pasillos hasta acompañar el cloro.
La vuelta todavía es más divertida. Vuelven mojadas, cansadas, alegres, con anécdotas. Una no seguía los pasos, la otra se veía las carnes flotar, la otra no podía levantar la pierna. La otra estaba en su mejor día, cual Ariel en el agua.
A ella a veces no la veo entre el grupo. Pero no me preocupo. Es entonces cuando siempre sale alguien de la ducha y grita: -¿Alguien se ha dejado un bañador? Lo miro, es negro con un bordado rojo. Entonces sonrío, ahora ya sé que ha estado aquí.
viernes, 25 de abril de 2014
Esta lista no se cierra
Joanjo fue el culpable de que llegara a Vinizius hace 4
años. Con menos arrugas, mucha ilusión, aires madrileños, anhelos neoyorquinos,
un poco de miedo y muchas ganas.
Fue
cuando conocí a Alba y Adri, por aquel entonces dos planners tan
jovencillas como yo, intentando
llevar a Griego a un territorio mejor.
Llevaba poco tiempo, días, pero la gente no
paraba de sorprenderme, y es que la calidad humana que pasea por esta moqueta
no conoce de límites.
Aprendí rápido a copiar las contraseñas de Cris, a tomar
cafés al sol con los planners al salir de inglés, a pensar que Adrià y Marçal
han nacido para ser estrellas del rock, a comparar la publicidad con un partido
de futbol (Joanjo…) y a pararme a cotillear en recepción.
Después
ya empecé a conocer a los equipos creativos. A inventar mil variedades de
Griegos con el equipo de Almuni, a pasar tardes de cambios con los niños de
ABC, a hablar un poco de árabe con los folletos de Ordesa (¡Rubén no me odies
por ello!) y a disfrutar con los spots del equipo de Darío (sigo pensando que de haber rodado al
tiburón comiéndose a Brad Pitt hubiéramos salvado la marca).
Entre presupuesto y presupuesto, el tiempo pasó rápido y
pronto Sandrita tuvo a Lucía. Entonces mano a mano con Piserra tuvimos que
hablar mil idiomas para que Chiquita saliera a la luz y nos pusimos las botas
de agua para llegar a la cima del Veleta.
Cervezas, la familia Poulos, noches, briefings, Valencia,
tes en la cocina, cenas con las Vichysoise, conciertos, Hugo Silva, las fiestas
de casa de Raúl, despedidas, llegadas, partidos de baloncesto, conceptos,
Noriega, Vinitus, POs… y así
pasaron 3 años.
Algunos todavía os preguntáis el porqué, pero decidí dar el cambio a digital. Entonces
llegó mucho más trabajo, pero también muchas más amistades. Con esta excusa
pude conocer a mis niñas (y niños) de Vitalinea, al maravilloso equipo de
Danet, a la gran dupla de Interporc, la paciencia de Néstor y Óscar, a Marta y a Hambrosio, a la energía
imparable de Anna Ribas y a un equipo que ha sido y será mi familia: los Pixels (sí Ignasi, te incluyo en el
paquete).
Y
llegaron las calçotadas, más cervezas (pero ahora ya sin gluten), las
salidas, los Vinitus, los conciertos, Badalona, los nachos machos, Campdevànol,
las reuniones con mensajes subliminales del señor de los anillos, las copitas
de vino, el karma, los banners, los posts, los sites, el cariño, la amistad,
alguna lagrimita, la diversión.
Y espero que no se cierre esta lista, que nos sigamos viendo
y la podamos rellenar con muchos encuentros más.
En serio, ¡muchas
gracias por todo! Habéis hecho que estos muebles fríos de oficina fueran un
pequeño hogar para mí.
Como diría David, US ESTIMO MOLT.
lunes, 31 de marzo de 2014
Ponerse un jersey
Pensando en una nueva campaña para
uno de nuestros clientes, Ignasi hizo una gran reflexión o, como queda más cool
decir en publicidad, extrajo un gran insight.
Podemos afirmar que la figura parental
nos ayuda durante toda nuestra vida, sobre todo, cuando somos pequeños y sin
darse cuenta nos sobreprotege y nos impide crecer a ritmo rápido.
De hecho, aprendemos más cuando deja
que nos equivoquemos, cuando nos deja llorar, cuando permite que lo intentemos
solos, dejándonos tropezar una y otra vez con la misma piedra. Esto, como a
padre, a veces es complicado, pero la satisfacción es mayor cuando los hijos
consiguen hacerlo solos y ellos están allí para verlo. Porque han sabido
esperar pacientemente a que sus peques lo probaran una y otra vez, a que pusieran
sus bracitos solos dentro del jersey, a que la cuchara acertara torpemente
dentro de la boca o que alcanzaran a coger aquél juguete que les queda muy
lejos.
Así que hoy os quiero hablar de
alguien que no me ayudó a ponerme el jersey y que esperó pacientemente a que lo
hiciera por mi sola, animándome a intentarlo una y otra vez hasta que lo
conseguí, aunque esto supusiera que algunos a mi alrededor se enfadaran porque
tenían prisa por salir a la calle. O causara algún que otro desperfecto.
No solo lo conseguí una vez, sino que
su apoyo hizo que me pusiera el jersey día tras día. Copié de él los mejores
trucos para hacerlo y con el tiempo me puse jerseys, camisetas, calcetines, incluso
camisas de seda llenas de botones.
Si lo hacía bien, entonces él chocaba
su puño con el mío, una versión personalizada del give me five. Su aprobación. Y
mi subida automática de ego.
Hoy ya no está liderando el equipo de
pequeños estilistas, pero desde aquí quiero darle las gracias: por hacerme
progresar, por dejarme crecer, y caer, por la paciencia, los consejos, por el
cariño y por crear esta gran familia.
Gracias Robert J
lunes, 20 de enero de 2014
El so d'una època
En Lluís Gavaldà no té una gran veu, tots ho sabem, però ens desperta alguna cosa especial i, sobretot, li posa so a una època.
Una època sense grans marques, on la millor muda era un bonic xandall d'Esports Pujolràs i la millor peça per anar de concert era un "iaio" lila de 1000 pessetes del nyigui nyogui.
Una època sense preocupacions, en què amb 200 pessetes anavem al cine, i amb un paquet de pipes de "Can Lliri" passavem la tarda mal asseguts en una cadira del pavelló.
Sabiem de memòria tots els números de telèfon fixe, ens va sorprendre l'arribada del 972 i sabiem que a partir de les 10 no eren hores de trucar a una casa.
Una època que es gaudia plenament dels carrers, no ens en cansavem de recorre'ls, tampoc de la companyia. El dia especial era quan anavem a Girona, i una vegada a l'any, per nadal, ens permetiem el luxe d'anar de compres a la gran ciutat.
Una època de genolls pelats, de salts i música a Fontajau, de barraques, de Clàssic, d'institut, de fòrmules químiques, de Casal, d'UNO.
Lluis Gavaldà, Camarón, Els Amics de Les Arts, Joan Tena. Les veus, les èpoques canvien però nosaltres ens quedem. Per això avui volia recordar-te que malgrat els anys som aquí, i que avui et vull dir ben fort feliços 29.
Una època sense grans marques, on la millor muda era un bonic xandall d'Esports Pujolràs i la millor peça per anar de concert era un "iaio" lila de 1000 pessetes del nyigui nyogui.
Una època sense preocupacions, en què amb 200 pessetes anavem al cine, i amb un paquet de pipes de "Can Lliri" passavem la tarda mal asseguts en una cadira del pavelló.
Sabiem de memòria tots els números de telèfon fixe, ens va sorprendre l'arribada del 972 i sabiem que a partir de les 10 no eren hores de trucar a una casa.
Una època que es gaudia plenament dels carrers, no ens en cansavem de recorre'ls, tampoc de la companyia. El dia especial era quan anavem a Girona, i una vegada a l'any, per nadal, ens permetiem el luxe d'anar de compres a la gran ciutat.
Una època de genolls pelats, de salts i música a Fontajau, de barraques, de Clàssic, d'institut, de fòrmules químiques, de Casal, d'UNO.
Lluis Gavaldà, Camarón, Els Amics de Les Arts, Joan Tena. Les veus, les èpoques canvien però nosaltres ens quedem. Per això avui volia recordar-te que malgrat els anys som aquí, i que avui et vull dir ben fort feliços 29.
lunes, 18 de marzo de 2013
TODO UN PLACER
A ver, lo confieso. Escribo en este blog porque
a mi madre le gusta releer mi vida de vez en cuando, pero sobre todo lo escribo
para mí, porque tengo mala memoria y así me permite recordar muchísimas cosas
que por mi sola sería incapaz de retener.
Así que hoy, antes de que me pueda olvidar de
los pequeños detalles sin importancia (como es el precio que llegamos a pagar
todos), quiero dejar constancia de una gente muy, pero que muy fácil de
recordar. Dicen que la amistad es gratis pero como bien dijo Jana, estas nos han
costado 4.000€ for head (shhht! Pero muy bien invertidos, que conste), y si los
tuviera en el bolsillo los volvería a pagar.
Después de esta entrada con tanta intrinculis
os los presento. Se les conoce también como a los del PMD, los compañeros que
los viernes y los sábados suben la cuesta de la Salle, los
beceliaccinosaeromodelsecomida, los freaks que compran iphones, ipads y todas
las palabras existentes empezadas por i, los cantantes de karaoke, los
analistas en potencia, los amantes del hashtag, los que celebran con un
brindis, aquellos que lo arreglan todo con un plugin, la nueva panda digital.
Me toca ahora confesarles a ellos que mi
primer día estaba preocupada. Preocupada por si iba a aprender todo lo que
quería y esperaba, pero también por si aquellos que compartirían clase conmigo serían
buenos acompañantes 3.0.
A ver, seguramente todavía me queda mucho por
aprender acerca del marketing digital, me quedan muchos informes personalizados
que desarrollar, muchas KPI’s que definir, pero es imposible encontrar un mejor
grupo. Ellos han hecho la mejor estrategia de SEO posible en el algoritmo de
Lara, y una buena estrategia de SEM (que los cafés en el bar no son gratis, que
se lo digan a mi pobre Anna)!
Ahora toca fidelizar... Intentaremos seguir
viéndonos, chateándonos, tuiteándonos, comunicándonos y conociéndonos! Eso sí,
cambiaremos la clase por un bar.
#todo1placer.
martes, 12 de febrero de 2013
El mitjà de can Florit
El noi de la Montserrat de Can
Calic, l'avi, en Joan Turon Puig caga i fuig, l'alcalde de Susqueda, el meu padrí, en
Joan de la Fecsa, el mitjà de can
Florit, el mimat d'en Rimbert, el nostre patriarca.
Quan érem petits, si més no més petits
que ara, a Palafolls el dia començava amb l'oloreta de croissants que ens havia
anat a buscar al forn del poble. Ens banyàvem a la piscina i, com que no li feien gaire
gràcia els pèls, ens tocava portar un gorret del que ningú es salvava. La
piscina, amb petits i grans, agafava forma d'una competició professional als
ulls dels de fora. Quan estàvem ben secs (important que no caiguéssin gotes al porxo) tocava córrer a penjar a l'estenedor les nostres tovalloles d'en Mickey. Era important fer-ho ràpid per ser el primer en tenir torn a la falda de l'avi on, movent el balancí, ens cantava el
"cocherito leré" i, amb una mica de sort, també un "arri arri tatanet". He de confessar que vaig estar anys preguntant-me
per quin motiu a la farmàcia de Llagostera no tenien les famoses pastilles con el nombre de L-A-R-A,
que cuatro letras tiene... Potser només les venien a Palafolls?
M'agrada recordar l'avi amb el seu mig
somriure abans d'explicar un acudit que no coneixem tots, o amb la boqueta en
forma d'anar a xiular-nos alguna cançó. M'agrada recordar-lo assegut al sofà
predisposat a veure el Barça, escoltant la ràdio abans d'anar a dormir,
presidint la taula de nadal i totes les taules familiars, jugant a la botifarra
al casino de Palafolls, o fent el cafè al casino de Girona. Explicant-nos
detalls de la ciutat de les campanes que li regalavem, regant l'hort, cuinant
el menjar per els gossos, llegint El Punt, preparant magrana, fent una
merescuda migdiada al sofà de Llagostera, explicant-me coses de la guerra,
recordant detalls de Susqueda, o cantant-nos "les noies que porteu
rissos".
Faré un apunt, l'avi era qui més sabia
de tot, qui recordava qualsevol data, qui no oblidava mai cap nom, qui hauria
estat un gran jugador al trivial, el millor rival de joc per la Júlia i en
Lluís.
Ens malcriava una miqueta, ara ja ho
podem confessar, i per culpa seva som "noies caparichoses"... La
veritat és que amb ell mai ens ha faltat de res i ha estat el causant de que
penséssim que la vida era una miqueta més fàcil.
Els de casa seva som com som, en part, gràcies a ell. Els
anys al seu costat ens han marcat, han estat una suma de petits detalls amb els
que ens ha deixat un rastre inesborrable, un record perdurable. Et trobarem a
faltar.
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